5 grandes mentiras del eco-capitalismo

Para el Día Mundial del Medio Ambiente realizamos con un grupo de compañeras una pequeña muestra en la facultad con las 5 mentiras del eco-capitalismo. Fue una linda experiencia de trabajo grupal con una buena llegada al público. Además, repartimos volantes comentando por qué se conmemora este día, y cómo podemos colaborar mediante un cambio de consumo.

Les dejo los textos que utilizamos así pueden replicarla.




“Somos todos culpables de la ruina del planeta”

Cuando el 20% más rico de la humanidad, comete el 80% de las agresiones contra la naturaleza, y es la humanidad entera la que sufre las consecuencias. Si los 7.000 millones de pobladores del planeta consumieran lo mismo que los países desarrollados de occidente, harían falta 10 planetas como el nuestro para satisfacer todas sus necesidades.

Tenemos suficientes cosas para satisfacer las necesidades básicas de toda la población, el problema es que no está bien distribuida. 

"Plantar árboles es siempre un acto de amor a la Naturaleza"

En la actualidad hasta plantar árboles se volvió un gran negocio. Ya sean los monocultivos de maderas de exportación, para la producción de pulpa de papel, o como forestación por bonos de carbono (porque contaminar también es un negocio). Y estos bosques artificiales nada tienen que ver con los ecosistemas naturales que reemplazar. Ya sean plantaciones que reemplazan bosques nativos, selvas o montes, el monocultivo siempre significa una pérdida de biodiversidad, agotamiento del suelo y el agua y desplazamiento de las comunidades que subsistían gracias a los servicios prestados por los ecosistemas perdidos.

Un bosque artificial: un ejército de árboles todos iguales, plantados como soldaditos en fila, deshabitados y destinados al servicio industrial.

Un bosque natural: pueblos de árboles diferentes, abrazados a su modo y manera, fuentes de vida diversa que sabiamente se multiplica a si misma.

“La naturaleza está fuera de nosotros”

La forma en que concebimos el mundo conlleva una forma de relacionarnos con él. Es hora de dejar de pensar la naturaleza como algo externo a nosotros, una fuente de recursos a nuestra disposición.

“El biocombustible es una alternativa ecológica”

El monocultivo, por más que se utilice para fabricar combustible, no deja de ser una forma intensiva de explotación del suelo el cual resulta en la degradación del ecosistema. Las mismas tierras podrían ser utilizadas para la producción de alimento de forma sustentable.

“La ecología es neutral”

La ecología neutral, que más bien se parece a la jardinería, se hace cómplice de la injusticia de un mundo donde la comida sana, el agua limpia, el aire puro y el silencio no son derechos de todos sino privilegios de unos pocos que pueden pagarlos. Hablar del cuidado del medio ambiente sin cuestionar el sistema socio-económico en el que estamos inmersos y que nos impone una forma de relacionarnos con el mismo, termina en la repetición de actitudes individuales casi triviales que son el lujo de solo unos pocos. Pensar el ambiente es pensar formas de vivir y de relacionarnos nuevas, con respeto por la vida y la diversidad.


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